ENERO 5
1818 El general Mariano Osorio desembarca en Talcahuano.
Ese mismo día, el comandante interino de Marina, Juan José Tortel, informa haber contratado en Constitución, entonces llamado Nueva Bilbao, la compra de “seis lanchas del tamaño suficiente para montar piezas de 24 libras, cuyo valor no excediese de dos mil pesos”, flotilla de la que finalmente sólo dos embarcaciones llegaron a Valparaíso, siendo el resto destruido por los realistas cuando el ejército patriota se retiró hacia el norte.
1875 En restos del antiguo fuerte establecido por Valdivia en 1552, nace la ciudad de Lota, instalada en centro de yacimientos carboníferos descubiertos hacia 1849.
1880 Realizada la ocupación chilena, se efectúa en Iquique el primer embarque de salitre con 1.164 quintales bajo la dirección de don Miguel Carreño, aplicándose un derecho de exportación para subvenir a las necesidades de la guerra.
1882 Una división de las tres armas: Infantería, Artillería y Caballería, es enviada a cargo del coronel José Francisco Gana Castro a expedicionar la Sierra Central de Perú. El hermano del guardiamarina Emilio Luis Gana graduado en 1870, es miembro de una familia que desde muy temprano se encuentra ligada con el cuerpo de oficiales de la Marina Chilena, tanto como que en el grupo de 16 alumnos que entre agosto y septiembre de 1818 conformaron la Academia de Jóvenes Guardias Marinas, existe un Agustín Gana, apellido que también tuvo la esposa de Manuel Blanco Encalada, de nombre Carmen.
1883 A través del ministro de Marina, el gobierno de La Moneda dispone que, en lo sucesivo, los buques nacionales se provean exclusivamente de jarcia proveniente del país.
1887 Zarpa a someterse a un plan de modernización en Inglaterra el “Almirante Cochrane”, blindado al que se le cambiarán las calderas, instalarán cofas blindadas y reemplazará la artillería por cañones de 8 pulgadas, al igual que lo hecho con el “Blanco Encalada”, regresado al país en octubre de 1886.
1888 El Gobierno decreta que los exámenes de ramos de instrucción secundaria rendidos por los alumnos de las Escuelas Militar y Naval son válidos para obtener grados universitarios, fijando como requisito que los programas comprendan, a lo menos, las materias contenidas en los aprobados para el Instituto Nacional.