BATALLA DE MIRAFLORES

Este enfrentamiento tuvo lugar en el marco de la Guerra del Pacífico, durante la Campaña de Lima, dos días después de la batalla de Chorrillos. El día 14 de enero los representantes de Chile y Perú, reunidos en el cuartel general chileno, acordaron un armisticio hasta medianoche, mientras ambos ejércitos contendientes se encontraban separados por una distancia muy corta. Esto, sumado a la desconfianza mutua, hacía inminente el inicio de un nuevo enfrentamiento.

La batalla comenzó a las dos de la tarde del día 15 de enero, mientras buena parte de las tropas chilenas estaban descansando. La división de Pedro Lagos, a la vanguardia, se encontró en serios aprietos y tuvo que soportar el mayor esfuerzo bélico durante esta batalla. En ese momento comenzó a actuar la Escuadra chilena, que desde las orillas del mar empezó a hacer fuego.

El coronel peruano Cáceres trató de hacer un movimiento envolvente por ambos flancos de la línea chilena, con el fin de tomarla por la retaguardia, lo cual fue repelido por unidades de la reserva. En ese momento, Lagos tomó la ofensiva y logró expulsarlos de la primera línea peruana. Como continuaron resistiendo desde la segunda, Lagos envió al combate a otro cuerpo, de forma que todas las unidades chilenas volvieron a avanzar en forma simultánea. Finalmente, incorporó al combate la división de Patricio Lynch, permitiendo que las tropas chilenas abrieran un claro en la extrema derecha del coronel Cáceres, quien quedó flanqueado.

Si bien fue una clara victoria chilena, nuestro país debió soportar la pérdida de dos mil hombres entre muertos y heridos (lo que correspondía a más de la cuarta parte del total de combatientes). Una vez terminada la batalla, en el día 16 de enero el general Baquedano exigió la rendición incondicional de la capital peruana, en la cual, debido a la ausencia de autoridades limeñas, se produjeron actos de saqueo y enfrentamientos. El alcalde pidió a Baquedano la ocupación de Lima. Por otro lado, un panorama muy parecido se dio en el puerto del Callao. El comandante de esta última plaza hizo volar los fuertes existentes en ella en la mañana del día 17 de enero, mientras los buques peruanos fueron incendiados.

En la tarde del mismo día 17 de enero de 1881, las primeras tropas chilenas entraban a Lima desfilando por sus calles.