Contraalmirante Juan Williams Rebolledo (1826- 1910)

El Contraalmirante Williams nació en 1826, hijo de Micaela Rebolledo y John Williams Wilson (conocido como Juan Guillermos), quien sirvió a la Armada chilena a las órdenes de Lord Thomas Cochrane. Ingresó como Guardiamarina a la Armada en 1844, al embarca en la fragata «Chile” y posteriormente goleta «Magallanes», efectuando viajes a la zona austral de nuestro país, para apoyar la colonia recién instalada por su padre. Dos años después fue nombrado teniente 2° y embarcado en el bergantín-goleta «Janequeo», donde permaneció hasta 1849 cuando fue transbordado nuevamente a la fragata «Chile», la que con su tripulación inició la exploración de los lagos Nahuelhuapi y Llanquihue.

Entre 1850 y 1852, se embarcó en el bergantín «Meteoro», la fragata «Chile», y la barca «Infatigable». Durante este período ayudó a sofocar la revolución de 1851 y contribuyó a reestablecer el orden en la colonia de Magallanes. Después de la sublevación de José Miguel Cambiaso llevó personal de relevo y víveres para seis meses.

En 1854 ascendió a Capitán de Corbeta y cumplió comisiones en Atacama, pasando el año siguiente a la recién construida corbeta «Esmeralda”, como Segundo comandante, bajo la dirección del Capitán de Navío Robert Winthrop Simpson. A partir de 1857 tomó el mando del bergantín «Ancud», luego al vapor «Maipú». En 1861 fue ascendido a Capitán de Fragata y un año después fue comisionado con su nave para estudiar la instalación de un dique seco en Chiloé, para carenar buques de la Armada.

El inicio de la Guerra contra España, lo encontró en la corbeta «Esmeralda», que se encontraba comenzando su carena por lo que debió suspenderla y alistarse para zarpar junto al vapor «Maipú», únicos buques que tenía Chile. Fue en esta corbeta que tomó conocimiento de que la goleta «Virgen de Covadonga» zarparía de Coquimbo a Valparaíso. Navegó para interceptarla a la altura de Papudo donde, en un rápido combate, la capturó el 26 de noviembre de 1865, en el denominado Combate Naval de Papudo.

Después de esta acción heroica, Williams fue ascendido a Capitán de Navío el 29 de noviembre. Luego se dirigió a Chiloé en espera de la llegada de los buques de la escuadra peruana, los que se incorporaron en Abtao. Allí, en ausencia de Williams, que se había dirigido a Ancud a buscar un buque carbonero para la escuadra peruana, se produjo el Combate Naval de Abtao, con resultados inciertos para ambos bandos.

Al finalizar la Guerra contra España, Williams se mantuvo como comandante en jefe de la Escuadra hasta 1874, año en que fue designado como Mayor General del Departamento de Marina. Tres años después ascendió a grado Contraalmirante y en 1878, debido a la tensión con Argentina, tomó nuevamente el mando de la Escuadra, la cual fue disuelta una vez pasada la crisis.

Debido al conflicto con Bolivia, en febrero de 1879 tomó nuevamente el mando de la Escuadra, izando su insignia en el blindado «Blanco». De inmediato, se preocupó de la organización, instrucción del personal y de mantener la disciplina. Debido a la falta de un apoyo logístico que garantizara sus operaciones en el Perú, presentó al gobierno un plan de bloqueo de Iquique, para hacer concurrir a la escuadra peruana en su defensa. Transcurrido un tiempo más que suficiente y, ante la ausencia de las naves peruanas, decidió incursionar en El Callao, dejando a cargo del bloqueo de Iquique a la corbeta «Esmeralda» y la goleta «Virgen de Covadonga». Mientras Williams navegaba al norte, simultáneamente, el Capitán de Navío Miguel Grau Seminario, a cargo de la división naval peruana, navegaba hacia al sur, sin que ambos avistaran la presencia del otro, lo cual derivó en el Combate Naval de Iquique y el Combate Naval de Punta Gruesa.

Posteriormente, el recién ascendido Almirante Grau capturó el transporte «Rimac», con tropas de los Carabineros de Yungay, víveres, municiones y vituallas. Dicha derrota produjo un revuelo popular y duras críticas para Williams, a quien se culpó injustamente por el desacierto del gobierno de hacer navegar ese buque sin protección y sin conocimiento del Almirante. Enfermo y dolido por las injustas críticas presentó su renuncia al cargo y fue reemplazado por el Capitán de Navío Galvarino Riveros Cárdenas.

Finalmente, se desempeñó como miembro de la Junta de Asistencia de la Comandancia General de Marina; Intendente de Valparaíso; Comandante General de Armas y Marina, y desde 1889 tomó la Dirección de la Escuela Naval. Un año después asume la Comandancia General de Armas y Marina, donde lo sorprendió la Guerra Civil de 1891, en la cual se mantuvo leal al presidente José Manuel Balmaceda Fernández y, por consiguiente, separado del servicio al término del conflicto.

Este marino de alto profesionalismo falleció en Santiago el 24 de junio de 1910. Fue educador de numerosas generaciones, e inculcó siempre la disciplina y el cumplimiento del deber, virtudes militares de las que fue un celoso observante, y, además, creó con su ejemplo una tradición muy valiosa en la Armada de Chile.