José Miguel Carrera Verdugo (1785-1821)

Nació en 1785, e ingresó nueve años después, como cadete, al Regimiento de Caballería del Príncipe. Para 1805 era Teniente, y un año después viaja a España y se enrola en el ejército. Allí, efectuó  las campañas de 1808 – 1809 y principios de 1810, participando en más de 20 hechos de armas, ascendiendo a Sargento Mayor del Regimiento Húsares de Galicia.

Regresó a Chile el año 1811, participando en un complot que llevó a la familia Larraín al poder, luego de lo cual formó parte de una nueva Junta de Gobierno, representando a la provincia de Santiago. Meses después, es disuelto el Congreso y asume como Presidente de Gobierno, impulsando obras como la instalación de la prensa, nombrando redactor a fray Camilo Henríquez, sancionó la primera Constitución Política de la República (1812), creó la primera bandera nacional y el primer escudo de armas. Además del Instituto Nacional, fue responsable de la creación de escuelas en los monasterios y el mejoramiento de los hospitales.

En marzo de 1813, luego del desembarco del Brigadier Antonio Pareja,  quien fue enviado por el Virrey del Perú a sofocar la emancipación de Chile, asumió como General en Jefe del Ejército y combatió en Yerbas Buenas, San Carlos, Talcahuano y puso en sitio la ciudad de Chillán, desde donde se tuvo que retirar por no contar con los medios adecuados. Al año siguiente le sucede en el mando del Ejército, el Brigadier Bernardo O’Higgins. Una vez entregado el mando en Concepción, al dirigirse a Santiago es hecho prisionero por los españoles, pero logra fugarse.

Luego de una revuelta, se enfrenta a O’Higgins en el combate de Las Tres Acequias. Al conocerse la noticia del desembarco del Brigadier Mariano Osorio, enviado por el Virrey del Perú para sofocar nuevamente la independencia de Chile, ambos se unen en la causa. No obstante, la falta de materiales de guerra, y la celeridad de Osorio, impiden una buena organización y se produce el «Desastre de Rancagua», donde son batidas las fuerzas patriotas encabezadas por O’Higgins.

Con base en lo anterior, Carrera emigra a Mendoza con los restos de su Ejército, donde se enemista con el Gobernador y por ello es tomado prisionero y enviado a Buenos Aires, donde zarpa con destino a los EE.UU. en busca de ayuda para reconquistar Chile. En el país norteamericano se entrevistó con el Presidente James Madison, logrando organizar una escuadrilla de cuatro buques en los que izó el pabellón nacional y embarcó una considerable cantidad de armas, municiones y pertrechos, además de una brillante oficialidad extranjera.

Arribó a Buenos Aires en enero de 1816, donde el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Brigadier Juan Martín de Pueyrredón retiene sus naves y lo somete a prisión, de la cual se fuga para dirigirse a Montevideo y recibir la protección del General portugués Carlos Federico Lecor. Allí conoce del asesinato de sus hermanos Juan José y Luis en abril de 1818, en la ciudad de Mendoza.

Inicia una campaña por instaurar un estado federal, al tiempo que denuncia los intentos de José de San Martín y Juan Martín de Pueyrredón de establecer una monarquía. En las sucesivas campañas derrota a las fuerzas de Pueyrredón, instalando en el poder a Manuel de Sarratea; se une a los indios de Ranqueles, que lo nombran Pichi Rey; vence al Gobernador de Mendoza y mantiene su supremacía en la región, hasta que es derrotado en El Médano. Posteriormente, fue apresado y trasladado a Mendoza donde es procesado por un tribunal militar y condenado a muerte. Es fusilado el 4 de septiembre de 1821, en el mismo lugar donde perdieron la vida sus hermanos. Finalmente,  los restos de los hermanos Carrera fueron repatriados por su hermana, Javiera, en 1828, y actualmente descansan al interior de la catedral de Santiago de Chile.