ZARPE DE LA PRIMERA ESCUADRA NACIONAL

Para conseguir la Independencia de Chile, los patriotas debieron improvisar no sólo un Ejército Libertador sino también una Escuadra Nacional. Con todo, las luchas caudillistas, la crónica falta de recursos, la falta de tripulaciones y de oficiales, de pertrechos y armas, atrasó su formación.

Un Plan de Defensa encargado en 1810, no consideró el dominio del mar. Así, el primer intento lo hizo el Cabildo de Santiago, en abril de 1813, al proponer el arme de dos buques de guerra.

Durante su mandato, José Miguel Carrera desplegó el mismo esfuerzo e incluso después viajó a Estados Unidos a comprar buques. Empero, fue Bernardo O’Higgins quien, venciendo innumerables obstáculos, pudo armar una pequeña flota en 1818.

Contrató la oficialidad entre los extranjeros desempleados tras el fin de las guerras napoleónicas y completó las tripulaciones con levas forzosas. Paralelamente, estableció la Comandancia General de la Marina en Valparaíso y nombró como Comandante en Jefe a Manuel Blanco Encalada, quien tuvo, además, la responsabilidad de crear la primera Academia de Jóvenes Guardiamarinas, precursora de la Escuela Naval.

En agosto se adquirieron la Corbeta “Coquimbo” que pasaría a llamarse “Pueyrredón” y el Bergantín “Columbus” que pasaría a llamarse “Araucano”. El Bergantín “Águila” fue cambiado de nombre y pasó a denominarse “Chacabuco”. Ese mismo mes se adquirió el Navío “Cumberland”, enviado por nuestro embajador en Londres y pasó a denominarse “San Martín”, siendo el buque más poderoso de su época existente en Sudamérica.

Considerando la diversidad de nacionalidades, las órdenes se daban en inglés en la fragata “Lautaro” y en el navío “San Martín”, y en español en el resto de los buques de la Escuadra.

En septiembre de 1818 la naciente marina contaba con 59 oficiales: 01 capitán de navío, 03 capitanes de fragatas, 02 capitanes de corbeta, 28 tenientes, 14 guardiamarinas, 07 cirujanos y 04 contadores.

Ante la aguda escasez de recursos fiscales, O’Higgins dispuso que se efectuara una colecta popular para reunir los fondos necesarios para dar término al alistamiento de la Escuadra. El 30 de agosto, O’Higgins y el Ministro Zenteno se trasladaron a Valparaíso para inspeccionar a los buques de la naciente Escuadra. El 16 de septiembre, el Gobierno dispuso que el capitán de navío Manuel Blanco Encalada asumiera el mando de la Escuadra Nacional. La Escuadra tenía embarcados 1.109 hombres de dotación y 142 cañones. La necesidad de reconocerse en el mar, exigió a estos buques el uso de la bandera chilena, cuyo uso se divulgó desde entonces.

El 9 de octubre de 1818 zarpó de Valparaíso la primera Escuadra, compuesta por los buques antes nombrados, a excepción del bergantín “Pueyrredón”, que quedó en puerto para la defensa. El general O’Higgins, al ver el zarpe de esta Escuadra, exclamó: “Cuatro barquichuelos dieron a los reyes de España la posesión del nuevo mundo; esos cuatro van a quitársela”.

La captura de una fragata española por Blanco Encalada y los combates de Lord Cochrane (fracaso en El Callao y triunfos en Valdivia y Corral) aseguraron el dominio del mar, sin el cual no hubieran sido posibles ni definitivas las victorias terrestres.

Finalmente, acosado por problemas económicos y políticos, tranquilizado por la independencia peruana y el reconocimiento de la soberanía chilena por algunos países, O’Higgins disolvió la Escuadra en 1822.